viernes, 8 de mayo de 2009

Realidad fantasmagórica

Estoy en una etapa en donde la ciclotimia se apoderó de mi y no se cómo escapar de ella... no le puedo echar la culpa al SPM (Sindrome Pre Menstrual) porque este mes ya pasó.
La confusión, las dudas, el inconformismo crónico hacen que me sienta miserable. Mis balances dan todos números rojos y las palabras de nadie pueden generar la calma que estoy necesitando.
Como ya lo comenté en algún otro post, me siento en el momento para iniciar algo, el tema es que no sé qué.
Esta etapa gataflorística está durando más de lo que me gustaría, no se que quiero ni para donde ir. No quiero mas ver pasar mi vida como quien mira pasar el tren, quiero convertirme en la protagonista, y dejar de ser la actriz de reparto. Se que a eso sólo lo puedo hacer yo, pero no se ni por donde largar.
No voy a hacer el análisis punto por punto, porque sería un aburrimiento total, y porque me terminaría deprimiendo aún más. Pero en general, siento que esto no está bien, que no va para ningún lado, que estoy más perdida de los de Lost y que ni siquiera tengo a un Sayid, a un Sawyer o a un Jack (sí, en ese orden) para que vengan a rescatarme.
Tengo incontinencia de lágrimas y hasta por la cosa mas estúpida me largo a llorar. Y ya no tengo ganas de seguir con el llanto.
Es momento de agarrar la sartén por el mango, pero ni siquiera se qué cocinar. O en realidad sí, pero... y si se me quema?, o me sale desabrido? Y si me doy cuenta de que lo mío no es cocinar?
Tengo tiempo para arrancar todo de nuevo?
Tengo 32 años ya, y creo que a los 16 la tenía mucho mas clara que ahora. Pasa el tiempo y tengo muchas mas incógnitas, miedos, inseguridades, y cada vez tengo menos fuerzas para enfrentar todo eso.
Y por otra parte tengo mi cabeza llena de proyectos y cosas que me gustan que me dan energías para seguir persiguiéndolos, pero no me siento capaz de poder realizarlos...
Y así es el círculo vicioso... estoy sumergida en un realismo mágico en donde me veo perseguida por fantasmas, y no hay macumba que me los saque de encima.
Ya probé con terapia, reiki, metafísica, y no hay caso... será sólo cuestión de tener más confianza en mi, y de verdad creer que yo puedo? Pero eso, cómo se logra? Si alguien tiene la respuesta, seré una eterna agradecida.

domingo, 19 de abril de 2009

Y seguimos musicalizando el momento...

Esta canción es otra de las que parece que fue hecha especialmente para esta fucking situation... y si, amigos/as... es así... "no se bien qué es lo que quiero, pero creo que en el fondo se que es lo que pasa"...

Por las dudas que no entiendan lo que canta el Pity, acá va la letra (lean y escuchen, y después me cuentan):

No Tengo Ganas
Intoxicados

No tengo ganas de seguir

pero tampoco tengo ganas de parar.

Tendría que pensar que me esta pasando

pero es que estoy cansado de pensar.

Podría quedarme durmiendo todo el día

o podría también tratar de encontrarte.

Podría dejarle mi destino a la suerte

y es probable que me vista y salga a buscarte.

Vengo apostando todo lo que tengo

a un caballo que nunca gana.

Voy a tener que dejar este juego

o cambiar de caballo mañana.

Es que tengo que dejar de pensar en vos

pero tengo también tantas ganas de verte.

Voy a desconectarme por un rato

y dejar que a mi destino lo maneje la suerte.

No tengo ganas de seguir

pero tampoco tengo ganas de parar.

Tendría que pensar que me esta pasando

pero es que estoy cansado de pensar.

Podría salir a buscarte

o podría quedarme durmiendo en casa.

No se bien que es lo que quiero

pero creo que en el fondo se que es lo que pasa.

Cuanto tiempo vengo perdiendo

hundiéndome en este agujero.

Como extraño salir por las mañanas

a fumar bajo el sol con el perro.

Es que tengo que dejar de pensar en vos

pero tengo también tantas ganas de verte.

Voy a desconectarme por un rato

y dejar que a mi destino lo maneje la suerte.

No tengo ganas de seguir

pero tampoco tengo ganas de parar.

Tendría que pensar que me esta pasando

pero es que estoy cansado de pensar.

Como extraño salir por las mañanas

a fumar bajo el sol con el perro.

Es que tengo que dejar de pensar en vos

pero tengo también tantas ganas de verte.

Voy a desconectarme por un rato

y dejar que a mi destino lo maneje la suerte.

No tengo ganas de seguir

pero tampoco tengo ganas de parar.

Tendría que pensar que me esta pasando

pero es que estoy cansado de pensar.

No se bien que es lo que quiero

pero creo que en el fondo se que es lo que pasa.

jueves, 16 de abril de 2009

Hoy fue un día musical...



Me levanté a la hora que me levanto siempre, y empecé a disfrutar de mi día.


La mañana se vino con proyectos nuevos, cosas que me dan muchas ganas de hacer... por el momento no voy a contar nada para no quemarlo, pero ya me vendré con algunas novedades... Eso hizo que mi día fuera diferente.


En mi trabajo, por ejemplo, el cual odio y no me gusta, me fué bastante bien, e incluso hasta me ofrecieron algo más de plata.


Después fui al cine y vi una linda peli... de esas que dan ganitas de ver: comedia romántica, rosita pero no melosa, divertida. Se llama "Melodía en espera", y es con Natalia Oreiro y Diego Peretti. Actuaciones para nada pretenciosas y pero bastante creíbles, con buenos diálogos, y una historia que se deja contar. Pasatista, pero linda... entretenida.


De 5 pochoclos, que sería la puntuación máxima, ésta tiene 3 y 1/2... le quité 1/2 pochoclo por el final, pero en general estuvo bien. Igual, da para DVD.


O sea, que fue un buen día... y para rematarla, me llegó un sms diciéndome que estaba muy linda esta noche... se puede pedir algo más?

miércoles, 15 de abril de 2009

El regalo perfecto


Cuando para mi cumpleaños mi mamá, que nunca le acierta con los regalos, me preguntó qué quería de regalo, su cara se deformó ante mi pedido.

Mi respuesta fue automática: “Quiero un taladro!!!”.

Mamá no podía entender semejante pedido de su hija, ella esperaba que le pidiera algo de ropa, o una cartera, o un par de zapatos… no se, algo más convencional.

De más está decir que jamás recibí el regalo que quería, terminó comprándome un perfume.

Y yo sigo queriendo mi taladro… quiero poder hacer agujeros en mi casa cuando me plazca, sin tener la necesidad de implorarle a algún amigo piadoso y quiero dejar de sentir que necesito un novio para que me solucione todas esas cosas.

El taladro, para mí, resume la independencia femenina más absoluta. Lo experimenté el día que mi amiga Nati me prestó el suyo y lo usé solita, sin la ayuda de nadie. Fue justo en ese momento en el que me di cuenta de que me las puedo arreglar sola, yo que no sabía ni cambiar un cuerito cuando me perdía la canilla, pude colgar la repisita de la cocina, y la grillita del baño para poner el champú, acondicionador y todos los brevajes que me pongo en la cabeza, para hacer que mi pelo no sea una maraña impenetrable.

El día que usé el taladro, me sentí invencible, realizada.

Sí, quiero un taladro... y qué?... creo que no es mucho pedir, no?

martes, 31 de marzo de 2009

Poder decir adios es crecer...

Siempre me gusta musicalizar los momentos de mi vida... trato de encontrar "ese" tema que exprese en palabras y en música lo que estoy sintiendo, y Cerati no puede explicar mejor el momento por el que estoy pasando...
La letra es increíble, y parece que se hubiese metido en mi mente y en mi corazón para escribirla.
Poder decir ADIOS, de verdad que libera.
Que lo disfruten.
Besos.


Siempre que llovió...




Allá, a lo lejos, veo que las nubes se están disipando, y esta tormenta que amenazaba con ser eterna, está calmando su intensidad.


Esta vez hay algo diferente, algo que puede llegar a ser... alguien real, de carne y hueso, que me invita al cine y me compra pochoclos, que me escribe sólo para saber cómo estoy. Ahora atiendo el celular con expectativas, y por suerte no me decepciona.


No puedo garantizar que éste sea el comienzo de una realción, pero sí al menos, de algo más tangente, y por sobre todas las cosas, recíproco.


Estoy escribiendo esto con una sonrisa gigante, me siento en el inicio de algo, y eso está bueno, no?


Después de no dar pie con bola, de andar a los tumbos y de hundirme cada vez mas en mis propios pensamientos y mis ganas no correspondidas, al fin está parando de llover. Las nubes ya no son de ese gris plomo que parece que se te vienen encima, el cielo se está aclarando de a poco.


No se lo que va a pasar, pero al menos tengo ganas de averiguarlo...

martes, 17 de marzo de 2009

Por lo menos, así lo veo yo...

Como este blog es para mostrar lo que soy, éste es uno de mis mayores gustos: ver series, por lo que hice una sección en la cual voy a comentar cada serie que vea, así, porque se me canta, y porque este blog es mío y si quiero lo rompo.
Por ahora, subí los post de las tres series que me tienen mas en vilo por estos momentos... Estos comentarios o críticas, son tomados desde mi humilde punto de vista: una pobre mortal, adicta a las series y con la caradurez suficiente como para opinar.
No espero que estén de acuerdo con mi apreciación, sólo espero que si no las vieron, cuando lean estas ideas sueltas que publiqué, les den ganas de hacerlo, porque de verdad están muy buenas!!!
Busquen las papas fritas, la Coca Zero, los cigarrillos y cenicero a mano (para los que fuman) y asienten el culo en el sillón, no se van a querer levantar mas... yo, Carlos Sacán, lo garantizo... jeje...
Besos.

Héroes: a río revuelto, pérdida de audiencia?


Quién haya visto la primera temporada de Héroes nunca imagino el despelote que se iba a venir. Fue pretenciosa pero con fundamento. Tuvo el efecto sorpresa bien cubierto y era lo que, creo, esperábamos ver. Seres humanos comunes y corrientes que de buenas a primeras les aparecían poderes que no sabían manejar, y por supuesto, tampoco sabían de dónde provenían. Muy bien lograda, una realización casi impecable. Todo encastraba de manera cuasi perfecta.
La segunda temporada fue un salto más cercano a la locura. Los personajes se retorcían cada vez más, y ya no se le podía seguir muy bien la trama. Aquí, los superpoderosos ahora pueden controlar lo que pasa con ellos, y así manipulan el pasado en pos de la salvación del mundo, aunque no se sabe todavía muy bien de qué hay que salvarlo.
Ya la tercera temporada cae en el más absoluto delirio, Sylar, el villano absoluto se hace padre de familia y hasta le puso Noah a su hijo, como el padre de Claire. El incorruptible Peter es perseguido por terrorista y fundamentalista, y lo quieren matar todos sus pares. Hasta el fiel compañero de Hiro, Ando, un ser despojado absolutamente de toda maldad, se vuelve sospechoso.
Ya no se distinguen los bandos, no se sabe quienes están a favor de la humanidad y quienes serán los que atentarán contra ella. Se mezclan tantos viajes al futuro con un presente cada vez más incomprensible. Cuesta mucho seguirle la trama. Igual, falta mucho todavía. Esperemos que tenga uno de esos cierres magistrales, donde cada cosa toma su lugar. Pasa que hay tanto dando vueltas, que va a ser difícil encausar tanta locura.

Damages, siempre queremos más


Cuál es el punto límite de la traición? Estás seguro del lado que estás jugando? Y cuán seguro estás de que los que juegan con vos pateen para el mismo lado? A dónde llega tu confianza? Cuántos códigos podés romper para llegar a tu objetivo?
Estas preguntas surgen en cada capítulo de esta fabulosa serie, en donde nadie es lo que parece, todos carecen de escrúpulos y siempre, pero siempre tienen ese maldito As en la manga que cada uno de nosotros espera tener algún día.
Diálogos brillantes y una trama atrapante es la red que envuelve este entuerto de “dimes y diretes”, pruebas y contrapruebas y traiciones y lealtades que es Damages.
Con una Glenn Close (PattyHewes) que derrite la pantalla y provoca que todos caigamos rendidos a sus pies, aunque sintamos por ella el odio más encarnizado.
El resúmen de esta serie no parece tan entretenido como verla. Glenn Close personifica a una súper abogada, obsesionada por su trabajo, mediática y competitiva, que llega adonde el estado no puede hacerlo. Siempre lucha por buenas causas, aunque sus métodos rocen la ilegalidad y hagan dudar de su ética. Con quién luche, y el porqué, quedan absolutamente en segundo plano. Lo que importa es cómo llega a, no importa dónde sea ese lugar.
Rose Byrne (Ellen Parsons) le hace una muy buena segunda a Glenn, interpretando a una abogada recién recibida, a la que Patty Hewes intenta devorarse sin éxito desde la primera temporada.
Y les presento a: flashbacks y flashforwards, que son los mejores actores de reparto que pudiese tener esta trama para hacerla aún más adictiva, sobre todo los segundos, que nos dejan ver solo un poquito de lo que va a pasar, pero en vez de sacarnos la espina, siempre nos dejan una más grande que la anterior.
Cuando pensamos que la primera temporada sería inmejorable, apareció la segunda, que cual aplanadora, destruyó nuestra teoría, dándonos un buen revolcón, y nos dio cátedra nuevamente de lo que un buen guión y unas excelentes actuaciones pueden hacer: tenernos a todos babeando por más!
Usando los mismos recursos que en la primer temporada, pero sin abusar, en esta nueva entrega, el efecto es el mismo… narcotizante, divino…

Será cierto que el destino te llama?


Las 5 preguntas básicas del periodista son: Qué? Quién?, Cómo?, Cuándo?, Dónde?
Estos interrogantes, en situación normal, deberían poder responderse sin dificultad alguna.
Pero qué pasa si estos cuestionamientos se hacen sobre una isla que se mueve en el tiempo y/o en el espacio? Qué pasa con sus habitantes?
Cuando se refiere a Lost, nunca nada es fácil de responder… ni se sabe bien qué tipo de pregunta se tiene que hacer.
En realidad, de una pregunta que se haga, se desprenden cómo mínimo 5 interrogantes más.
Empecé viendo la 5º temporada orando para que al menos fuera igual que la 4º, y no sólo que no me decepcionó, sino que superó mis expectativas.
Fueron dos capítulos seguidos durante los cuales no quise ni respirar demasiado por miedo a perderme algo, y así y todo, hubo cosas que no llegué a comprender mucho, pero eso es como para no perder eso a lo que esta serie nos tiene acostumbrados.
Para resumir un poco, todo se trata sobre si los Oceanic’s Six vuelven a la isla o no, y los acontecimientos desarrollados en ella una vez que la abandonaron, dejando a sus compañeros allí.
El tiempo y el espacio son los dos protagonistas de estos capítulos.
A ver si me sale explicar el argumento y los principales hechos de estos episodios:
Ben lo busca a Jack, cuándo éste fue al velorio de John, que en realidad acá aparece como Benjamin Bentham y no se sabe cómo murió. El mayor manipulador de la pantalla chica, Ben, va a convencerlo a Jack de volver a la isla con todos los demás, y en realidad éste ya está convencido de querer retornar, ya se lo había planteado a Kate. El argumento que utiliza Ben es que los que quedaron en la isla están en peligro y para salvarlos, tienen que volver todos.
Por otro lado, Sayid va a la institución donde está encerrado Hurley a rescatarlo de alguien que lo está vigilando. Lo saca de allí, los termina persiguiendo la policía y Hurley es acusado de matar a tres hombres.
Kate es intimada por dos abogados para que se haga un análisis de ADN junto a Aaron para determinar su maternidad, por lo que huye despavorida.
Sun quiere viajar a Los Angeles a perseguir a Ben para vengarse por la muerte de su marido, y en el aeropuerto es demorada por Charles Widmore con el que mantiene una conversación. Termina viajando a LA y se reúne con Kate.
En otra parte del mundo, la isla se mueve como loca de acá para allá. El movimiento no tiene que ver con el espacio, sino que retrocede y avanza en el tiempo. Así, gente que había muerto o cosas que ya habían pasado en la isla, reaparecen o se deshacen. Todo muy loco!
Como verán, amigos, esta nueva temporada nos deja más preguntas todavía. Nada cierra aún. No sabemos por qué los que se fueron tienen que volver para salvar al resto, ni sabemos exactamente qué es lo que pasa en esa porción de tierra flotante.
De lo que tengo la certeza, es que esta temporada arrancó con todo, y me adelanto a decir que se vienen tiempos de adrenalina e intrigas IMPERDIBLES!!!

miércoles, 11 de febrero de 2009

El mejor hombre del mundo...


Todo lo que escriba no puede alcanzar ni remotamente a describir lo que siento. Porque es una sensación inexplicable, es dolor, bronca, enojo, amor, ternura, tristeza, angustia, orgullo, agradecimiento. Creo que me estoy olvidando alguno, pero esos son los principales.
Tu fortaleza, la que tuviste sobretodo este último tiempo, es lo que me ayuda a mantenerme en pié.
Soy feliz por haber estado en tu vida y más feliz de que hayas estado en la mía.
Nos faltaron muchas cosas de compartir, pero vivimos otras tantas que fortalecieron nuestro lazo, y nos unieron cada vez más.
Viejo, sos un grande, un gigante lleno de amor, de generosidad, de valores. Y digo “sos” no por negación, sino porque estás todo el tiempo conmigo. Tu mirada, tus palabras, tus silencios, tu ejemplo, están acá y no se van a ir nunca.
Haberte tenido como papá fue el regalo más hermoso que me dio la vida. Espero que vos haya sentido lo mismo por mí.
Hablo de vos y me lleno de orgullo, hombres como vos están en extinción, cada vez quedan menos.
De una honestidad y una entereza que me hacen sentir chiquitita, casi insignificante.
Un hombre con valores, consecuente en sus actos, terco y obstinado como pocos, con un corazón tan enorme, fuerte y valiente, que seguía funcionando contra todos los pronósticos.
Fuiste el mejor papá del mundo, el que hubiera elegido si no me hubiese tocado.
Sos la persona que me hizo ser esta mujer que soy, el que me hizo tener ideales, creer en la gente, el que me educó para tener buenos amigos, el que me apoyó siempre en todo momento, el que me dijo “esta siempre va a ser tu casa, podés ir y venir, pero acá siempre va a estar tu lugar para cuando lo necesites”, el que me cuidó, el que me protegió, el que siempre se jugó por mí.
Te amo y mi amor trasciende cualquier barrera.
Me arrepiento de no habértelo dicho más veces, de no haber pasado más tiempo con vos.
Papito, te amo con toda mi alma. Siempre vas a estar conmigo, porque soy tu obra, soy parte tuya.
Desde donde estés, espero que estés leyendo esto: TE AMO HASTA EL CIELO INFINITO PUNTO ROJO CASITA DE DIOS.
Hasta siempre pá, saludos al “Comandante”, espero que ya lo hayas conocido.
No puedo ponerle punto final a esta carta, porque no quiero despedirme de vos, así que la termino así, con puntos suspensivos…

martes, 3 de febrero de 2009

Elige tu propia aventura


Cuántas veces decimos que “uno es artífice de su propio destino”? Frases hechas si las hay, y que en la mayoría de los casos se repite como un versito que se aprendió de memoria en la primaria, pero que pocas veces se entiende el significado. Con años de terapia pude llegar a comprenderla, la entiendo y me la repito todo el tiempo, estoy convencida de que es así, que nada en la vida es fortuito, que nada es casual, sino todo es consecuencia de nuestras elecciones, desde la más insignificante, como puede ser la elección de la ropa que voy a llevar ese día, como ponerme el jogging y sentirme la mujer más fea de la tierra en donde ni los muchachos de la construcción se detienen a mirarme, o ponerme “la” mini de jean, que (modestia aparte) me queda bastante bien, y siempre algún piropo escucho cuando voy caminando.
El tema es que lo que acabo de describir, es un discurso bien aprendido, juego a creermelo, me digo todo el tiempo y le digo a todo el mundo que de eso se trata la vida, pero mis sensaciones son absolutamente opuestas.
No siento que ninguna de mis elecciones vaya a cambiar mi rumbo, tengo miedo de tomarlas y siempre estoy esperando que “llegue” o “me toque”, pero eso, claro, nunca va a pasarme. Eso es algo que le pasa a otro, recibirse, tener una pareja, trabajar de algo que le guste, tener hijos, son cosas que le pasan a los demás, a la otra gente, no a mí. Y si en algún momento me pasó, es porque se equivocó, le erró de puerta, quería ir a lo de mi vecina, pero se confundió de departamento.
Entonces por supuesto, que lo que así cae, de regalo, se va ni bien se da cuenta de la confusión, y me quedo nuevamente sola, esperando que otra vez que el destino se desoriente y me despabile con un vientito fresco, y me haga pensar que esto sí me va a durar toda la vida, que yo también puedo ser feliz, que lo merezco.
Es en este punto donde quiero autoanalizar mi comportamiento. Cuando en un punto soy correspondida, cuando por ejemplo, el hombre que elijo, me elije… entonces, ahí es cuando empiezo a actuar como si recibiera un regalo que no es para mí, cuando me siento agradecida, pero no conmigo misma por haberme permitido vivir esto, sino con el otro. Siento la necesidad de agradecerle al otro que esté conmigo, y este agradecimiento es tan gigante, que trato de cumplirle todas y cada una de sus expectativas, incluso y principalmente, olvidando las mías. Relego todos mis sueños y mis ganas, las subordino a lo que el otro espera de mí, y así, me hago invisible, porque supongo que la persona que se fije en mí, también querrá cumplir mis expectativas, y nunca se las muestro por miedo de que no coincidan y que se vaya y me quede otra vez sola y esperando…

lunes, 2 de febrero de 2009

Exponiendo...

A veces, cuando camino por la calle, miro a todos los hombres que pasan por mi lado preguntándome si alguno de ellos será mi próximo amor, si habrá alguien destinado a estar conmigo o si alguna vez encontraré a la persona que me va a acompañar en la vida. La mayoría de las veces pienso que no, que el amor se hizo para que lo disfrutaran otros, que el destino no tiene a nadie reservado para mí.
Escucho y leo todo el tiempo y por todos lados que el amor llega en el momento menos pensado, pero… WTF!!! Dónde está la parte que me toca?
Quiero creer, pero no tengo fe. Quiero sentir que también puede ser para mí, pero cada cosa que me pasa se empeña en demostrarme lo contrario.
Si bien el hecho de formar una familia no está en mis prioridades, y mis ganas de sentirme contenida no signifiquen querer casarme mañana, necesito tener a alguien al lado para compartir mis cosas, para sentir el abrazo en donde pueda descansar, para contar con el otro en momentos duros como los que me tocaron vivir.
Deseo con todo mi corazón el mimo reparador, preparar la cena con entusiasmo para dos, que los ronquidos del otro no me dejen conciliar el sueño, que el dormir cucharita me haga despertar en mitad de la noche toda transpirada por el calor.
Tengo ganas de que haya dos cepillos de dientes en lugar de uno y que el pomo de dentífrico esté apretado por el medio.
Quiero dejar de encontrar las cosas tal cual las dejé cuando salí de casa, y desocupar la mitad de mi placard, aunque eso signifique tener que regalar pantalones que no me andan, los cuales guardo con la esperanza de poder volver a meterme en ellos algún día.
Me parece que no es algo tan complicado. Son cosas que para la mayoría de la gente es normal, y para mí es más difícil que escalar el Himalaya en musculosa y ojotas.

De Mí...

Ya pasé la barrera de los 30, no voy a decir mi edad exacta por vanidad. Lo que sí voy a hacer será contar mi vida desde la visión más totalizadora que pueda.
Nací en una familia bien constituida, y fui una bebé muy deseada, que le trajo mucha alegría a unos padres de vida común, sin mayores sobresaltos que el que les daba el despertador a la mañana cuando sonaba para ir a trabajar.
Hasta los dos años fui hija única, la única heredera de un trono pequeño pero seguro. Se imaginarán, que por la edad, no tengo recuerdos de esa época en la que parece que fui feliz y vivía rodeada de gente que me quería, y malcriada por padres, tíos y tíos postizos.
A los dos años casi exactos de mi nacimiento, llegó mi hermano. Siempre tuve una relación amor-odio con él. Mas amor que odio, por suerte.
Fuimos la familia “tipo” argentina, mis padres ya tenían la “yuntita”, o sea que ya habían cumplido la misión para la que habían venido al mundo. Ahora se trataba de mantener el nivel de vida de una familia de clase media, común, como la sociedad manda.
Los días pasaban tranquilos, tuve una infancia feliz. No tengo muchos recuerdos de haber jugado con mi hermano, y los pocos que tengo son de terminar agarrados de los pelos mal, pero nunca imaginé una vida sin él.
Pasé la primaria bien, sin conflictos. La secundaria me costó un poco más por no estudiar lo suficiente por pura rebeldía.
Tuve mi primer y único novio a los 15, casi 16, con el cuál tuve muchos proyectos de vida, ya que estuvimos juntos poquito más de 8 años, pero no fue.
Tengo muy buenos amigos y soy una persona bastante sociable, no me cuesta establecer vínculos cuando de hacer amigos se trata. En cambio el tema de la pareja es el leit motive de este blog y lo que me impulsó a escribir y descubrir.
Hice terapia por 4 largos años, aprendí muchísimo, pero me falta mucho mas.
Este último tiempo tuve que aprender a hacerme cargo de mi, y también de situaciones que me superaron, pero pude con todas y cada una de ellas… y sola!
Al resto se lo cuento dosificado en algo así como un “post” y veremos qué pasa…